El 2024 llega con una ola de calidez. Los tonos tierra y las paletas neutras siguen siendo protagonistas, pero aparecen nuevos colores como el durazno y el café cálido que aportan un toque de sofisticación y confort a los espacios. La combinación de estos matices crea ambientes acogedores, ideales para desconectar del exterior.
Monocromía y armonía
Las composiciones monocromáticas toman fuerza, apostando por un solo color en diferentes tonalidades. Esta tendencia logra una sensación de unidad y amplitud, perfecta para interiores modernos y minimalistas. La clave está en jugar con matices y texturas para evitar la monotonía.
Curvas y formas orgánicas
Las líneas rectas ceden espacio a formas suaves y sinuosas. Muebles con curvas, arcos arquitectónicos y accesorios redondeados humanizan los ambientes y aportan dinamismo. Este retorno a lo orgánico nos conecta con la naturaleza y rompe con la rigidez del diseño convencional.
Texturas naturales y acabados mate
El tacto cobra protagonismo a través de materiales como la madera, el barro, el lino y la piedra. Los acabados mate sustituyen a los brillos excesivos, otorgando una sensación de calma y autenticidad. Estos elementos aportan profundidad visual y una experiencia sensorial más rica en cualquier estancia.
Adoptar estas tendencias no significa seguir modas pasajeras, sino abrazar una estética que celebra la serenidad y la conexión con la naturaleza. En AMS te guiamos para integrar estas propuestas en tus espacios de forma equilibrada y personalizada.
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