Cómo utilizar la iluminación en el diseño de interiores para mejorar el ambiente laboral
La iluminación es uno de los elementos más importantes del diseño de interiores, ya que puede crear diferentes efectos visuales, emocionales y psicológicos en las personas que habitan un espacio.
La iluminación puede influir en el estado de ánimo, la productividad y el bienestar de los trabajadores, por lo que es fundamental elegir la adecuada para cada espacio de trabajo. ¿Cómo podés utilizar la luz en el diseño de interiores para mejorar el ambiente laboral? En este blog te lo contamos.
Tipos de iluminación
Existen diferentes tipos que se pueden clasificar según su origen, su función o su distribución.
Según su origen, puede ser natural o artificial:
- Iluminación natural: proviene del sol y es la más recomendable para los espacios de trabajo, ya que aporta beneficios como la regulación del ciclo circadiano, el ahorro energético y la mejora del estado de ánimo.
- Iluminación artificial: proviene de fuentes eléctricas y se puede adaptar a las necesidades y preferencias de cada espacio; según su función, puede ser general, focalizada o ambiental.
Por otro lado, siempre se debe tener en cuenta lo siguiente:
- La iluminación general es la que ilumina todo el espacio de forma uniforme y se suele colocar en el techo o en las paredes.
- La iluminación focalizada es la que se dirige a un punto específico para resaltar un objeto o una zona de trabajo.
- La iluminación ambiental es la que crea una atmósfera acogedora y relajante y se suele colocar en el suelo o en los muebles.
- Según su distribución, puede ser directa, indirecta o difusa.
- La iluminación directa es la que incide directamente sobre una superficie sin reflejarse en otra.
- La iluminación indirecta es la que se refleja en una superficie antes de llegar al objetivo.
- La iluminación difusa es la que se dispersa en todas direcciones sin crear sombras ni contrastes.
Criterios para elegir la iluminación adecuada
A la hora de seleccionar la iluminación para un espacio de trabajo, debés tener en cuenta una serie de factores que pueden afectar al resultado final, algunos de estos factores son:
- Las dimensiones y la forma del espacio: Hay que considerar las dimensiones y la geometría del espacio para elegir el tipo y la cantidad de iluminación que se necesita. Por ejemplo, los espacios pequeños y estrechos requieren una luz más intensa y uniforme que los espacios amplios y abiertos.
- La función del espacio: Hay que tener en cuenta el uso y el objetivo del espacio para elegir la luz más apropiada para cada actividad. Por ejemplo, los espacios donde se realizan tareas que requieren concentración y precisión necesitan una iluminación más focalizada y clara que los espacios donde se realizan tareas más creativas y colaborativas.
- El estilo del espacio: Hay que considerar el diseño y la decoración del espacio para elegir la iluminación que mejor se adapte al estilo y al ambiente que se quiere crear. Por ejemplo, los espacios modernos y minimalistas pueden optar por una luz más fría y lineal que los espacios clásicos o rústicos.
- El color del espacio: Debés tener en cuenta el color de las paredes, los muebles y los objetos del espacio para elegir la iluminación que mejor resalte y armonice con ellos. Por ejemplo, los colores claros reflejan más la luz y crean una sensación de amplitud y luminosidad, mientras que los colores oscuros absorben más la luz y crean una sensación de intimidad y calidez.
- La temperatura del espacio: Debés tener en cuenta la temperatura del color de la luz, es decir, el tono cálido o frío que tiene. La temperatura del color se mide en grados Kelvin (K) y va desde los 2700 K (luz cálida) hasta los 6500 K (luz fría), puede influir en el estado de ánimo y en la percepción del espacio. Por ejemplo, la luz cálida es más acogedora y relajante, mientras que la luz fría es más estimulante y energizante.
- La intensidad del espacio: Debés tener en cuenta la intensidad de la luz, es decir, la cantidad de luz que se emite. La intensidad de la luz se mide en lúmenes (lm) y depende de la potencia de la fuente de luz y de la distancia a la que se encuentra del objetivo. La intensidad de la luz puede influir en el confort y en la visibilidad del espacio. Por ejemplo, una luz demasiado intensa puede provocar deslumbramiento y fatiga visual, mientras que una luz demasiado débil puede provocar sombras y dificultad para ver.
Ejemplos de iluminación en diferentes espacios de trabajo
Para ilustrar cómo se puede utilizar la iluminación en el diseño de interiores para mejorar el ambiente laboral, vamos a ver algunos ejemplos de diferentes tipos de espacios de trabajo y cómo se ha aplicado la luz en cada uno de ellos.
- Oficina: Una oficina es un espacio donde se realizan tareas administrativas, informáticas o de gestión que requieren concentración y precisión.
Para este tipo de espacio, se recomienda una iluminación general uniforme y clara que ilumine todo el espacio sin crear sombras ni contrastes, además, se puede complementar con una iluminación focalizada en cada puesto de trabajo que permita ajustar la intensidad y la dirección de la luz según las necesidades de cada trabajador; también se puede añadir una iluminación ambiental en las zonas comunes o de descanso que cree un ambiente más cálido y acogedor.
Un ejemplo de este tipo es el que se ha utilizado en la oficina de Google en Madrid, donde se ha combinado una iluminación general con paneles LED en el techo con una iluminación focalizada con lámparas individuales en cada mesa y una iluminación ambiental con tiras LED en las paredes y los muebles.
- Salas de reuniones: Una sala de reuniones es un espacio donde se realizan reuniones, presentaciones o conferencias que requieren comunicación y colaboración, para este tipo de espacio, se recomienda una iluminación general suave y difusa que ilumine todo el espacio sin crear deslumbramiento ni distracciones. Además, se puede complementar con una luz focalizada en el área donde se realiza la presentación o la conferencia que resalte el contenido y capte la atención de los asistentes, también se puede añadir una iluminación ambiental que cree un ambiente más dinámico y creativo.
Un ejemplo de este tipo de iluminación es el que se ha utilizado en la sala de reuniones de Airbnb en San Francisco, donde se ha combinado una iluminación general con lámparas colgantes con una iluminación focalizada con proyectores y una iluminación ambiental con luces LED de colores.
- Areas comunes: Una zona común es un espacio donde se realizan actividades lúdicas, sociales o recreativas que requieren relajación y diversión. Para este tipo de espacio, se recomienda una iluminación ambiental cálida y acogedora que cree un ambiente confortable y agradable. Además, se puede complementar con una iluminación general, tenue y difusa, que ilumine todo el espacio sin crear sombras ni contrastes; también se puede añadir una iluminación focalizada en algunos puntos o elementos que quieran resaltarse o decorarse.
Un ejemplo de este tipo de iluminación es el que se ha utilizado en la zona común de Facebook en Menlo Park, donde se ha combinado una iluminación ambiental con lámparas colgantes, velas y guirnaldas con una iluminación general con luces empotradas en el techo y una iluminación focalizada con neones y carteles.
Conclusion
La luz puede influir en el estado de ánimo, la productividad y el bienestar de los trabajadores, por lo que es fundamental elegir la adecuada para cada espacio de trabajo. Para ello, debés tener en cuenta una serie de factores como el tamaño, la forma, la función, el estilo, el color, la temperatura y la intensidad de la luz. Además, tenés que saber cómo combinar diferentes tipos de luz como la natural, la artificial, la general, la focalizada y la ambiental para crear diferentes efectos visuales, emocionales y psicológicos.
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